martes, diciembre 26, 2006

Entre halperín y alpedín: un mensaje a López Murphy

No es la primera vez, obvio, que López Murphy confiesa la –a esta altura- obviedad de su linaje. Dice sentirse en la tradición liberal argentina de Sarmiento y Alberdi. Confieso que estoy mas atrapado y preocupado por el dilema de la centro-derecha opositora (Lavagna, Macri, Carrió y el amigo del que hablamos) que por los entretelones palaciegos, las zancadillas en la alfombra roja, la colimba montonera de Moreno, en fin. Ahora bien, ¿no sería, Ricardo, quizás mas prudente una lectura menos programática de Alberdi (Las bases) y correr el eje hacia, por empezar, Las Cartas Quillotanas, que reflejan ese momento suspendido en que la guerra contra el rosismo acaba y se desnuda el hueso de la verdadera discusión política, de cuya resolución dependían a esa altura, ay, dos modelos de cultura política evidentes? De Sarmiento, leyéndolo vía Martínez Estrada, a esta altura, no ya su rescate literario (decisivo) sino casi la envoltura de su aura dramática, con la que López Murphy podría decir: me envuelve el idealismo sarmientista (creo en la educación y no en la instrucción, por ejemplo) pero me embarga (ya no “envuelve”) la pesada herencia del “pragmatismo” alberdiano para tejer una propuesta de integración al mundo, dando por sentado que en 1976 no se origina mas que el fin de una guerra social, de la que heredamos, sí, el valor del orden y de la disciplina social, pero que debemos revivificar con los pedazos pesados de las esquirlas peronistas… Y así, algo que les haga entender que el error de raíz de toda política blanca es la negación del país real: Ricardo, un gobierno tuyo, al primer planteo de universalización de los programas sociales, no resiste 15 minutos de protesta de todos los que se sienten la mano negra del mercado de la pobreza, o sea, las gloriosas organizaciones sociales. Suena trillado, al rancio aroma de prédica pastoril del campo popular, pero más allá de las sospechas, un ejercicio retórico hoy, a la altura de la defensa de Urquiza que hace Alberdi, resultaría beneficioso para el clima asfixiante de hoy, y obligarías a un esfuerzo de comprensión a estos, los otros, los que se sientan a tu derecha, en el amplio sillón de tus bases, Ricardo. Decirles que la superación de ese horrible e insuperable neo-duhaldismo, de prácticas prebendarias y clientelares, nos obliga a pensar algo parecido a una fórmula mágica que limpie el Riachuelo.

Alberdi escribe en “Grandes y Pequeños Hombres del Plata” el programa básico (aunque ateo y material) de lo que después se llamó revisionismo, y que fue una especie de delta de intenciones literarias, historiográficas y –obviamente- políticas; y que junto al marxismo con incienso del tercermundismo católico, fueron las raíces para que, miles de jóvenes que vieron de prepo La Batalla de Argelia en el viejo cine de Ciudadela, se hicieran de una metra y un morral, y de un manual de procedimientos básico para entender que las habas políticas que se cocían en el jardín debían ser arrancadas de raíz. Todavía bebemos el vino de esa sangre en navidad.

Volviendo: Alberdi debate con Mitre la historia oficial, debate con Sarmiento –al menos- la mas pobre de las interpretaciones de su obra (civilización o barbarie, ¿no?). Y sale parado en todas esas discusiones. Leamos el “Estado de la cuestión entre Buenos Aires y la Confederación Argentina después del Convenio de II de noviembre de 1859” (¡que se firmó con la garantía de la hermana República del Paraguay!, ¡firmaba el Mariscal López!), ahí desmenuza la letra de ese convenio, claro, haciendo evidente que lo único que Buenos Aires aceptaba era firmar y pensar si le convenía o no firmar. Alberdi oía en el rumor profundo del odio a Buenos Aires, razones menos oscuras, y mas claras e históricas, que el vozarrón negro de un federalismo plebeyo. Ya sé que López Murphy habla para el lector pretencioso de Perfil, pero él, con su decoro, podría decir, pertenezco a la tradición de discusiones liberales, que hundían sus pies en la realidad, y que estaban en la cima del pensamiento lúcido argentino.
Quizás Alberdi era un patriota. Quizás Ricardo no. No lo sé.

p & p

Argentinazo!

domingo, diciembre 24, 2006

... y volver a entregarme, condenado, a la eclosión de mi "delito natal"...

Debe mantenerse bien montado, después de beber miel y estero con nosotros, y después de haber capado toda injusta soberbia, hasta el día de la Última Coronación: la de la hermandad, cuando, junto a un Gran Fogón al ras del suelo, se arreglen las cuentas con la Vida a nivel del horizonte.

(Llegada de un Jaguar a la Tranquera)



Feliz Navidad.

sábado, diciembre 23, 2006

¿Cómo queremos que sean nuestros hijos?

"Necesitamos el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de los límites naturales al ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así."

miércoles, diciembre 20, 2006

Yo te amé en Nicaragua


Amén de la canalla trosca, el resto (algunos) pareciera no estar a la altura de lo que pensaron en aquellos días. La CTA, junto a la Iglesia, tiene la virtud de formular los mejores diagnósticos sociales, pero su práctica política no resulta dotada de la misma iluminación e inspiración política. No obstante, me animo a pensar que la experiencia del Frenapo, en algo, mostraba el mismo semblante y los mismos límites que la furia callejera: se trataba de arrimar a la orilla del momento (y en la estructura de esa situación) la brevedad de un reclamo y de un consenso posible, pero como forma de culminación de algo, el fin de una época, la forma ordenada de salir. Era una forma de acumulación política "alrededor de una propuesta", lo que desnudaba mas las flaquezas de la misma política, la idea de que nadie aportaba nada mas que sumándose y diluyéndose alrededor de un seguro de desempleo al que a esa altura, oponerse, podía ser acusado de delito de lesa humanidad. Es verdad: miles de militantes sólo servían para producir una brevísima síntesis, una pequeña propuesta de salida de la crisis. En tal caso, yo no les tiraría tan duro. Lo que constituyó como imagen el 19 y 20, es el telón de fondo un tanto brumoso sobre el que se asentarían las mejores imaginaciones políticas (léase: Alfonsín-Moyano-Duhalde-Kirchner) que contó, humildemente, con la "tregua" ceteaísta, digamos. De ese imaginario resulta el ingenio del actual gobierno, dotado del mismo cinismo y maniqueísmo que el resto, y tratando de reconstruir la linealidad patente de ese "campo popular", que a esta altura es mas campo (campo de significaciones) que popular. Aquello que reza que lo que se inicia el 24 de marzo de 1976 se derrumba el 19 y 20 de diciembre de 2001. El billiken montonero que talla Pigna para TELEFE, y se leerá en las escuelas de las madres, en 20 años.

Si la clave de la democracia es la continuidad, la clave de la lucha social será la forma en que algunos constituyen un relato perseverante que marcará en definitiva no los puntos de ruptura, sino la forma en que esa lucha permite una continuidad política mas cerca de lograr un mayor alcance social en el concepto de la democracia. Mmm. Bueh, dejemos así. Está al salir el ensayo que hicimos con Gonzo (Diego Sánchez) en El Interpretador, que ajustará nuestras cuentas con el pasado inmediato.

La del Colectivo Situaciones es la claudicación mas siome, mas vergonzosa, porque si hubo una ilusión acá, fue, sobre todo, en los pagos del toninegrismo criollo.

Ah, recuerdo la polémica Casullo-González.

Piedra y camino.

martes, diciembre 19, 2006

Nuestros días mortales (tengo la 1era edición)

A un montonero

Tenaces como piojos, en la tinieblas/ de las bibliotecas públicas/ suele haber hombres inclinados/ hurgando en papeles antiguos;/ rastrean allí algunos de tus días/ que permaneces a oscuras, insolente/ silencio en medio de la historia./ ¿Qué hacías, por ejemplo,/ el 13 de noviembre de 1821?/ Oh, aquellos hombrecillos/ emprenderían la fuga, en el terror,/ si te hubieran visto, al amanecer brumoso/ junto al alarido de la batalla/ o masticando la galleta/ bajo la lluvia, en la noche./ Pero ellos no buscan imágenes/ como si fueran al cine. Por lo demás/ la palabra héroe ha terminado/ precipitándose en el error./ Lo más importante es saber/ por qué requerimientos/ hundías hasta la sangre/ las espuelas en tu caballo, qué remotas/ justificaciones hacían/ avanzar tus días feroces/ entre nubes de polvo./ ¿Son antiguas acaso/ o extrañas las razones/ del impetuoso desorden, el pavor primordial,/ la liberación de tus huesos,/ la rotosa chaqueta azul, el hierro/ de la tacuara o tu pólvora torpe?/ Sin duda te fue concedido/ lo justo, en abiertas y vastas/ materialidades, donde la crueldad,/ las costumbre del desierto y el cielo/ te hicieron señor de tus propios/ aconteceres. Después,/ muerte con cara al barro/ o el delirio en el catre, la fiebre/ que te introdujo la bala, también estaban/ en el seno de un orden/ que ha resistido al tiempo/ y a la falaz abominación de sí mismo./ Tus batallas giraron/ hacia un silencio anchuroso/ donde aún prosigue el sentido/ que inició el galope de tus caballos,/ y el aire también y las hojas/ olorosas de América/ que torna a mover el viento:/ he aquí la abierta eternidad/ en poder de tus huesos,/ donde es vana la miseria/ de toda interrogación: ¿qué sentido tuvo/ para ti, para el mundo,/ por ejemplo, la tarde/ del 6 de julio de 1820?

Joaquín O. Giannuzzi


Luciano: de las filas del campo popular, al placer de un campo de sueños donde picar la piedra...
Bienvenido.
LA SEMILLA DEL ARGENTINAZO CRECE

Durante cinco años al hilo, los capitalistas y sus políticos se han estado esforzando, dentro de sus propias limitaciones, claro, por dejar atrás para siempre el espectro de la rebelión popular.

¿Lo han logrado?

No es lo que dicen las manifestaciones sociales, que adoptan desde el comienzo la forma de motines populares.

No solamente una asamblea entrerriana corta los puentes internacionales para defender el medio ambiente, también los trabajadores petroleros cierran la llave de paso del gas para eliminar el impuesto al salario.

Los jóvenes de los ‘call centers’ ocupan sus instalaciones para poner fin al trabajo semi-gratuito y los jóvenes secundarios lo hacen con sus colegios para protestar contra el deterioro de los edificios.

Los jóvenes de la Fuba y del Comahue enfrentan a los ‘profesores’ de la corrupción que se empeñan en rifar la Universidad a las corporaciones internacionales.

La epopeya piquetera atraviesa, cinco años después, a todas las clases sociales; se puede decir que ha modelado el espíritu nacional.

Los obreros desocupados se han ganado para siempre un lugar en la historia de Argentina por haberse transformado en la leva, primero, de una rebelión popular, y segundo, de una transformación del espíritu de combate del pueblo explotado.

Esas luchas sociales, como las que enfrentan al ‘gatillo fácil’ y a la conspiración de la policía contra el pueblo, son la expresión de las reales contradicciones, que no fueron superadas al cabo de cinco años de reconstrucción del capitalismo y de su Estado.

Se trata de un Estado que se encuentra asentado sobre las mismas relaciones sociales que colapsaron en diciembre de 2001.

De un Estado que está empeñado en que la desaparición de Jorge Julio López pase al olvido.

De un Estado que se ve obligado a tolerar el amotinamiento popular, porque fracasa en ahogarlo, sea que lo intente con la demagogia, sea con la borocotización, sea, por último, con la Gendarmería.

El Argentinazo marcó un comienzo, no un final.

Sobre la base de las perspectivas históricas abiertas por ese comienzo y de las fuerzas sociales que la rebelión popular ha puesto en movimiento, llamamos a construir un gran partido socialista de la clase obrera.

El Argentinazo no fue una experiencia inconclusa sino una rebelión que cambió la perspectiva de la historia para una nueva generación de trabajadores.

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Lo anónimo, lo colectivo y lo sobreviviente


Ayer, mientras disfrutaba de la imagen de los troscos ligando, veía en ellos una esquirla intensa de esa ruptura... Aunque, claro, de eso, Gonzo, hablaremos en el Interpretador (se viene, se viene!): la clave de la continuidad vuelve a esa gimnasia una suave ondulación de la restauración.

lunes, diciembre 18, 2006

Las aspiraciones de la colectividad

Es mi Raza. No sé cuándo surgió su significante, pero desde los ’90 hasta el ocaso aliancista se distinguió en uno solo los dos cursos del río: el progresismo blanco, el progresismo negro. Claro, el Blanco, es el que cree que el apego a las mejores y transparentes formas republicanas, a la calidad institucional, promete una inercia regular que podrá llevar al paraíso a la clase universal. Ahí podemos ubicar, hoy, al ARI (aunque ya hablaremos de sus movimientos internos, demasiado interesantes sus dilemas, en fin). Después tenemos al Negro que –es comprobable- nace con olor a Organización Social, a “resistencia de los ‘90”, y del margen izquierdo de la pasta base peronista, y que –cómo olvidarlo- en la fábrica Volcán, en pleno 2001, el cura patentó como forma de acumulación al pedo en el Polo Social. Cuando escribían en las paredes “El país tiene cura”. Cuando Piero cantaba en las gradas: “Para el Polo lo que es del Polo/ porque el Polo se lo ganó…”. Y compartían el trago, nenes como Vaca Narvaja, Coronel Obeid, Jorge Reyna, Herminio Iglesias, etc. (Emilio estaba en el monte, esperando el pase a la legalidad). Pero aún así, el Progresismo Negro hasta el 2002 estuvo enlazado a la suerte del Blanco. Se sabía y se sabe que el "voto popular" está capturado en la Iglesia pejotista para siempre, pero ese hueso duro de pobres y promesas estaría virtualmente cerrado a la imaginación política argentina (y así debe ser en el mundo): lo político sucede en los bordes iluminados de la masa. El Frepaso, ya sé, escapa un poco a esto, era un embrión mestizo, pero no sé, ató su suerte al radicalismo, y no tengo distancia crítica, lo imagino como la última olita que llega desde que Perón echó a la clase media de la plaza.

Pero estos dos Polos Progresistas sufrieron su separación (esta es mi flaca idea) a partir de la normalización democrática, eso que celebramos en estos días. Sí, no había dialéctica ni tela para mucho mas, y ese fue el drama que entendió Chacho. Un político no es alguien que piensa en voz alta, se dijo para siempre, en la cabina térmica del Mercosur. Y lo dijimos como verdad de la democracia: el peronismo es el único progresismo posible. Aunque sería justo reconocer que hubo/hay momentos geniales de mestizaje por fuera de él, como es el ejemplo sentimental de Morón, al que HAL nos quiere noblemente afiliar. Pero es la excepción que confirma que ese problema es la regla, nuestra menstruación política. Y Kirchner en su lealtad a Ishii, quiso emblematizar ese mestizaje corriéndolo al corazón vacío e intenso del Partido, con las escasas herramientas de un presidente al que Lilita acusa de usar no mas de 200 palabras.

Todo esto lo pensaba mientras leía los restos finales de las dos P. Sí, solo Mario justifica los 3,70; sí, el esfuerzo de cristalizar en el alma blanca su divorcio definitivo con la negra que practica la otra P, justifica la otra mitad del gasto.

La frase: el kirchnerismo es un tacticismo atado a principios.
El autor: Nun.

Hoy a ella le crece la panza. Que no te cierren nunca.

viernes, diciembre 15, 2006

Largo aliento

La idea de que nadie sabe nada, de que ese es el verdadero secreto oficial, "nadie sabe ni sigue una pista firme", habla de -digamos ahora esto- agujeros negros. No es el primer desaparecido, recuerdo a Miguel Bru, y lo de Cabezas tenía la marca de las 3 a en los modos. En tal caso, se trata de qué tipo de política real y efectiva se tiene y tuvo en democracia sobre las fuerzas de seguridad. Y algo para hinchar las pelotas: la política que realmente puso el dedo en la llaga fue la alfonsinista, ya que pensó la naturaleza institucional de la práctica militar, partiendo de un diagnóstico mas prudente y realista sobre lo que pasó en los años de. A ver: 1) no hay hipótesis de guerra social, desde el '83 para acá; 2) con lo cual la izquierda, la izquierda social, pudo haber aprendido mas los modos de -en tal caso- "perforar la democracia" acentuándose en sus contradicciones, bla, bla; 3) pero fue eso que llamamos derecha lo que tras la venida irreversible de la democracia se fragmenta en corporaciones de manera definitiva, dando pie a que hoy, en este gobierno, se viva esa fragmentación de bloque como el hecho y el carácter modernizador que tiene en el fondo el gobierno de Kirchner. Digamos que hay un empresariado que habla de DDHH (Pescarmona, por ej.), una centro-derecha que si bien es capaz de llamar a dejar de hablar del pasado, sí dejaría que actúe la justicia (apuesto a que un futuro gobierno de Macri/Lavagna/Blumberg no tocarían una coma de la inconstitucionalidad de las "leyes de impunidad"), una Iglesia compacta entre su rol moralizante milenario y una cierta movilidad política (pura ficción a resguardo de lo primero, frente a un gobierno enemigo), en fin. Dislocadas, aturdidos, con sangre, construimos un relato político en el que nadie de derecha se llama de derecha. ¿Eso es mejor? Perdón, pero creo que no. 4) Kirchner y su impronta cultural progresista de verdad permite la verdadera liberalización del país, lo que Menem no pudo, lo que Alfonsín no pudo. Una política tan libre como la economía. Claro que esto se acentúa en una visión metropolitana. El "interior" (o mas justamente los interiores) parecen mas sólidos y homogéneos, pero históricamente atados al carro de la Historia ilustrada. A lo que voy: las FFAA parecen haber aceptado mas su límite histórico que haber reconocido en su interior una nueva visión (mas democrática y "moderna"). Es obvio a esta altura lo que pudo pasarle a López, es obvio por qué manos pasó López nuevamente. Y mas allá de las diferencias fuertes entre el proceso chileno y argentino en la conquista de la democracia, sí Chile funciona como espejo. La democracia es el resultado de una guerra social. El ejército vencedor debe juzgarse a sí mismo. Aún así, y en esos términos, allá como acá, el ejército es un ejército de ocupación.

jueves, diciembre 14, 2006

Comunicado del
Frente Patriótico Manuel Rodríguez
al Pueblo Chileno y a la comunidad internacional

(AW) El Frente Patriótico Manuel Rodríguez emitió un comunicado en el que expresa su júbilo ante la muerte del genocida Pinochet. A su vez denuncia el compromiso que las cúpulas de la concertación sellaron con la derecha chilena para preservar la herencia política, económica e social del dictador. Llaman a todos los sectores sociales y políticos del pueblo a hacer de estos días un momento de grandes protestas a nivel nacional de rechazo al modelo y las políticas que han permitido tantos atropellos.

Ante la muerte del viejo dictador

Santiago de Chile, 12 de diciembre de 2006 (FPMR-Chile) Nos hemos sumado al enorme júbilo que ha generado en el pueblo chileno y el mundo la muerte del asesino que dirigió una de las dictaduras más feroces y crueles del Continente, y que en los gobiernos civiles logró sortear decenas de juicios en su contra y de sus esbirros, debido al compromiso que las cúpulas de la concertación sellaron con la derecha chilena para preservar su herencia política, económica e social.

Rechazamos cualquier medida “protocolar” que signifique rendir honores al asesino –incluso militares que literalmente también son de estado-, o cualquier cosa que implique “humanizar su figura y obra”, así como que el Gobierno intente una vez más torcer la historia, cerrando por decreto una “reconciliación nacional” que jamás ha sido y será mientras la injusticia, la marginalidad y la explotación de nuestro pueblo se perpetúen con la Constitución que dejó el dictador, la que representa fielmente a los partidos corruptos, los poderosos grupos económicos y las fuerzas armadas y religiosas conservadoras que dominan el país, pero no a las mayorías populares que hasta ahora sufren las consecuencias del Sistema Capitalista y Estado Policial que los concertacionistas procuran en perfeccionar.

Ahora es al pueblo chileno saliendo a las calles el que tiene la palabra, no el gobierno cómplice con sus medidas mojigatas y represivas. Hay que seguir combatiendo la Constitución del 80, las leyes de Amnistía, Antiterrorista, de Seguridad Interior del Estado (que tienen aún en la cárcel a luchadores chilenos y mapuche), así como las leyes laborales, las políticas económicas neoliberales, la LOCE en la enseñanza, etc., bases estructurales de un sistema que sigue gozando de buena salud a pesar de la muerte de Pinochet.

Los Rodriguistas, sumados a una celebración que ya ha toma ribetes de masiva movilización de repudio a la injusticia, llamamos a todos los sectores sociales y políticos del pueblo a hacer de estos días un momento de grandes protestas a nivel nacional de rechazo al modelo y las políticas que han permitido tantos atropellos, fortaleciendo así la organización y lucha popular contra el sistema en su conjunto. A copar de aquí a la cremación del criminal, los barrios con barricadas y marchas; las universidades y colegios con actividades como solo nuestra juventud sabe hacer cuando se manifiesta por sus derechos; a los trabajadores lo mismo en los centros laborales; y a todos los compatriotas que a lo largo de Chile y el mundo tienen la oportunidad de demostrar su alegría y repudio en este momento histórico.

Porque como dijimos el 7 de septiembre pasado al conmemorarse los 20 años desde que un comando especial del Frente emboscara al Tirano en 1986, lo importante de este hecho, más allá de quien lo realizó y sus resultados, es que dejó de manifiesto el inmenso odio que nuestro pueblo guarda de su figura y herencia política, y que hoy queda masivamente expuesto a pesar que su muerte no fue como se lo merecía, ajusticiado o podrido en al cárcel.

De lo nacional a lo continental de la lucha popular y revolucionaria
Aún tenemos patria, ciudadanos!

Dirección Política Nacional
Frente Patriótico Manuel Rodríguez
23 aniversario. Santiago de Chile, diciembre de 2006
www.fpmr.org

martes, diciembre 12, 2006

Pérsico & Pinochet


Hoy a la mañana recordaba esos versos, ay, esa maravilla, pero claro, ustedes ni saben de qué mierda les hablo (y tararea) "cuando se muere la carne/ el alma busca su sitio...". Es Violeta, compañeros, la libélula y el alma de ese caudillo que hoy, del otro lado del muro cordillerano, de esa pared metafísica que separa mapuches de araucanos, sobrevuela y busca su sitio. ¿Entre las piedras? Por ahí, por ahí. Un General en un cajón, en una vitrina, una larga cola de gente llorando, en fin, tá bien, perdonen mi inmadurez sentimental, pero me recuerda cosas, detalles. Podría entrar en la lujosa descripción de una noche de lluvia, pero mi actual mujer prefiere que bajo siete llaves ponga lo real de mi pasado: entré a la milicia tras una yunta de bueyes que llevaban una mujer a. Era la vuelta del malón, y me subí a un pony, tardíamente alfabetizado.

(...)

Perón dijo: con bosta se hacen los ranchos, pero el olor a mierda es insoportable. Hoy prefiero mirar las pelusas de nuestro ombligo. Cosas: Menem finalmente pudo con sus enemigos, después del glorioso 3 de diciembre hizo mierda a sus propios montoneros pintados, pero porque tenía un plan, no un plan de poder simplemente, pero sí, un plan de ajuste de cuentas con el pasado que era inteligentemente secreto, el saber dónde meter el alma de los muertos, compañeros, y mucho mas pragmático que esta mierda de abrir la puerta del infierno. Como en la ESMA, esa puerta se abre una vez, no se cierra nunca más. Y allá están, miremos a Chile con su dignidad altísima de poder despedir de a miles al hombre. Acá, la rata amarilla de nuestra conciencia se come las culpas. Ya sé, ya sé, hablo en metáforas de aquello que no puedo decir, y me tiene harto. El oficialismo impide la literalidad, es la verdadera censura, porque los hechos, los hechos, se aflojan, pierden su consistencia... El verdadero ingenio poético y político pasa por las formas de ser oficialista. Encontrarle la vuelta a la lengua. Siempre fue lo mismo. Necesitamos la dignidad del asesino para salir adelante. Pero esa vuelta de tuercas viene si el asesino fue digno alguna vez. No lo sabemos aún, ¡qué dilema compañeros!

Emilio Sérpico

domingo, diciembre 10, 2006

El amante de la moderación (P & P)


Alguien hablaba de su lengua filosa. Yo diría, tiene aciertos prudentes, y es el tipo que -en jerga- busca el hueco. Ya supo definirse a sí mismo en el campo de batalla, dijo ser un amante de la moderación, y lejos de abonar el camino ese que dice "las viejas antinomias de derecha e izquierda que el mundo moderno abandonó", habla, en tal caso, de una efectiva flexibilidad hacia los polos que SÍ EXISTEN para ordenar el mundo (obviamente la centro-izquierda es centro porque no cuestiona la propiedad, digamos para el Gordo Ética). Sabe, olfatea, intuye, que los giritos a la izquierda son productivos en esta vida en el umbral de lo políticamente correcto, que es la forma de la sanción moral de la izquierda social que manda. Sí, fue esa izquierda la que inventó en el crepúsculo menemista esa obra de la dicción y el control de las mentes públicas que convirtió a Asís en un escritor maldito, en fin. Pero Mauricio (a quien Montecristo le trabaja obsesivamente el trauma, encarnado -por supuesto- en Marquitos Lombardo) cuestiona desde el sentido común el sentido común de Lavagna. Hallando como perlas de su discurso a los -digamos- núcleos de mal sentido, sobre todo ese llamado "abstracto", el Centro Progresismo. Macri sabe (o cree) que Lavagna suda programa, que su fortaleza es hablar desde el oráculo racional de la economía, pero escasea de intuición popular, y Macri cavila: no vine yo acá a hacerle el trabajo sucio a este "hombre prestigioso", no soy su predicador, que me gane en la cancha donde se juegan los partidos. Si los definiéramos por los dilemas que enfrentan, me declaro YA mas macrista que lavagnista, pero entendiendo que ambos están atados fatalmente en las posibilidades de su éxito. Mauricio se pregunta por la forma de conmover una mesa familiar. Y finalmente lo logra.

Ambos insisten en un mismo error (menor) pero que en su continuidad lógica podría resultar paradójico: la psicología presidencial, los modos (autoritarismo, hegemonía), hablan mas de cierta demanda social (incluso repubicana) que exige -después de De La Rúa- poner al presidente al mando de todo el mundo, por arriba de todos, más allá de los excesos de gambeta actuales, de que el presidente -es cierto- no la pasa, se la morfa, quiere hacer todos los goles él. Lo mismo que Menem, pero con un poquito mas de "racionalidad" y "apariencia", diría yo. Pero seguir definiendo los problemas estructurales y estratégicos nuestros desde los modos de acción política que una cierta forma de ser presidencial exterioriza, es torpe, cortoplacista. Esa la entendió Sobisch.

El problema en el debate en la opinión pública es procesar ciertos contenidos. Por ejemplo la centro-derecha necesita YA hacer una síntesis sobre los '70 que: ni baje tanto las banderas, ni agite sus peores fantasmas. Está claro que su nobleza se fue por el río de sangre, pero es necesario reclamarles un esfuerzo intelectual y poético a quienes finalmente tuvieron a las fuerzas invisibles de la historia de su lado. El setentismo no es la dominante en el mejor gobierno democrático, muchachos, y como cultura tiene tantos puntos débiles como el discurso de la seguridad. Sean mas solemnes y cretinos, astucia poética.

Algo bueno hizo Lavagna, entre tanto, y al menos en mi humilde percepción: mostró a Macri haciendo política. Pero no rosquitas de jardín o repitiendo frases y lugares comunes en el plenario de la vida (la TV), hablo de sus últimas intervenciones casi desesperadas, sus 15 minutos en Grondona el domingo pasado, atacando e hiriendo el corazón duro de Lavagna.

Lavagna talla pudorosamente su kirchnerismo en serio atacando la única inflación que les importa: la del discurso. Esto ya lo dijimos. Lavagna plantó bandera con lo menos importante (Un Programa, Ideas-Fuerza, etc.), cuando -se sabe desde Saavedra- que los ganadores no escriben programas, sino que graban consignas en la memoria popular. Para entender adónde voy: Macri le pide a Lavagna que abandone el atril, y baje al barro donde sucede la historia minúscula, e imagine junto a él: la breve y cristiana consigna popular que imante las fuerzas oscuras de la historia hacia ellos. Lo que hizo la Alianza, aunque ahora todos se rasguen las vestiduras, se rían de De La Rúa, y se hagan los pícaros (tardíos). Inspiración, lírica realista y márketing.

En esta, Mauricio, estoy con vos.




(Mientras tanto Horacio copia la fórmula ganadora de Kirchner: librar las peleas que se ganan.)

jueves, diciembre 07, 2006

Service de heladera


Scioli es un hombre de confianza del Presidente, y tiene probada confianza después de 3 años de obediencia debida. Ahora, de ahí a creer que él nos va a dar de nuevo, como Felipe nos dio, la Vice-Jefaura de Gabinete… Fuimos mas que un Museo, fuimos también un puente entre Felipe y su pasado (un pasadito típico oligarcón de media hora en la jotapé, seis meses guardado, y el resto de la dictadura laburando en las empresas o campitos de papi, pero bueno, según varios ese es el pasado del Jefe también). Torpe es creer. Sigamos, Scioli es mas fácil de roer acá que en la ciudad, despejando el camino para el Hombre de Ley, Daniel Filmus. Cualquiera es capaz de armarse un equipo de trabajo en la ciudad. La provincia, ay, precisará de nosotros, la larga cola de la extensión territorial… Incluso, sabemos, no es nada mas que un mérito la ausencia de una ideología en él. Una ideología tal como nosotros la presentamos al mundo: el envoltorio brumoso de un montón de sueños que ya no ordenan mas que el interior de una novela exitosa, ya caída en desgracia. El alfonsinismo se ordenaba en películas tenebrosas, como esa Noche de los…, pero cuando organizamos el video-debate para ver Luna de Avellaneda, creímos que espontáneamente alguien fundía el mejor relato de la nueva era política. Pero no. Y ahí quedamos colgados hasta que Cristina, recorriendo la ESMA, murmulló: hace falta una novela, o una película tipo americana… Scioli, compañeros, nuevamente, nos dejará vagar a su sombra. Mañana ensayemos mejor las nuevas formas del canto. Hoy, por fin, podemos dormir con la calma de ninguna guerra a cuestas. Perdimos, perdimos, perdimos.

Emilio

miércoles, diciembre 06, 2006

Otra perla del recolector.

Los primeros efectos

...y si dejáramos de mirarnos el ombligo...?

no hace falta yerba nueva para esta juventud lavada...?

y si nos dejamos de juntar a los jóvenes funcionarietes?

y si le damos una identidad a los pibes de los barrios?

y si juntamos las juventudes que se identifican con este proceso?

y si nos dejamos de pedir permiso a las "conducciones"?

y si reinventamos la militancia?

y si dejamos de armar cosas para venderlas?

quien compra tu armado? cual es tu ventanilla?

y si profundizamos este proceso nosotros?

y si planteamos el tema del petróleo...?

y si planteamos el tema de la repartija de la torta?

si, si, nosotros!

y si ahora nos toca a nosotros..?

Nos están mirando...

Nos están esperando...

y si no nos animamos?

y si en el fondo no queremos?

que tan distintos somos..?

que cosas tan diferentes venimos haciendo?

y entonces que esperamos?

un micro a Chapadmadal?

un jefe?



EMPECEMOS YA!!!

JUVENTUD
KIRCHNERISTA


ARMALA SIN PERMISO PORQUE NO TIENE DUEÑO, DE AHÍ SU POTENCIALIDAD

domingo, diciembre 03, 2006

(... su muerte me dolió cuando uno era uno, y todo en uno, y nada mas que uno. Alguna vez podríamos describir el catálogo real de lo que nos crió en esos años (algo así como el huevo que pusieron en nuestra cabeza, el verano en Gesell con el diario del che en bolivia). Lo que pienso ahora es que la verdadera marginalidad -cuánto odio esa palabra- fue hacer ese programa en la oscuridad del canal oficial, en su era rusa, digamos. Pero el dolor, expresado así, desde ahí, en fin. Claro, ahora, después, todo es Polo: Polo Social, Polo Obrero, Polo Productivo, Polo Farmacéutico, y así. No importa. La tele es un lugar de justicia: termina Montecristo a los pies de los que bailan por su sueño...)

viernes, diciembre 01, 2006

El gato mojado/ el tamaño real

Ayer leímos en casa todos juntos, alrededor de la mesa, el programa. Ya chorreó tinta al respecto del Robi. No conmueve, aunque esa frase ayer, en el canal católico: hay que pasar del crecimiento al desarrollo, que es mas profundo...

Kirchnerismo en serio, podría llamarse. Sin el lodo de la gestión, sin la verdadera inflación que corroe en el fin del 3er año sin reparto al mejor gobierno democrático: la inflación discursiva.

El futuro llegó


Finalmente Emilio calló, y cayó en la cuenta de que 6 hs de discurso valen mas que 5 minutos de televisión. Al revés que el Chacho, al revés. Huerque Mapu cerró el plenario, pero tocando la Misa Criolla. Hubo faltazos elocuentes. Felipe. Su candor, su nombre de pila (Varela, Vallese) remite al imaginario potente. Pero no, el que se hizo el boludo 10 años cimentó con el Museo Movimiento Evita una alianza indestructible con la proyección moderada de su propio pasado. Ya avisó, en el 2000, cuando dijo "no fui montonero, pero si lo hubiese sido no me hubiera arrepentido". Algo así, pero en realidad hoy, cualquier paso lateral por la gran masa blanca de la Tendencia, asigna el privilegio de pertener a la banda del Pepe. Felipe no fue al plenario de fin de año, y Emilio, junto al Chino Navarro, ensayaron con el Coro Kennedy (sigilosamente invitado) la primera canción de la etapa: el sciolismo de izquierda/ en la provincia nacional. Un personaje gordo, oscuro, pero emotivamente ético, tomaba notas en un rincón del gimnasio...

Bienvenido compañero a este río sin mar.